La prueba automovilística regresa con fuerza y ya se nota en el entorno: carteles, seguridad y preparativos bien visibles en La Rebollada.
Saul Villarin – Radio Ujo
Mañana sábado se celebrará la esperada 11ª edición de la Subida a La Rebollada, y todo indica que será un gran día para los amantes del motor. A lo largo de esta semana, el entorno ya ha empezado a transformarse para acoger una de las citas automovilísticas más destacadas del calendario asturiano.
Desde hace más de una semana, los avisos viales que informan del corte de carreteras y accesos ya están presentes en la zona, lo que ha generado expectación entre los vecinos y pilotos. Y en los últimos días se han instalado también los elementos de seguridad, como protecciones en puntos clave del recorrido y los avisos de peligro que delimitan las zonas sensibles tanto para participantes como para el público.

En las últimas horas se ha podido comprobar cómo el área de salida ya está definida, así como el espacio que acogerá el parque de trabajo, donde los equipos prepararán sus vehículos. Las imágenes tomadas en el día de hoy reflejan el ambiente previo: motores llegando, carpas montándose, y las señales claras de que La Rebollada ya huele a gasolina y adrenalina.

La prueba, que celebra ya su undécima edición, se ha convertido en una cita fija para pilotos de toda la región y aficionados que no se pierden una. El nivel competitivo, sumado al encanto del recorrido, garantiza espectáculo y emoción desde la primera manga.

Desde la organización se insiste en la importancia de respetar las indicaciones del personal de seguridad, mantenerse en zonas habilitadas y acudir con antelación para evitar aglomeraciones.

En las próximas horas se instalaran los equipos, en las zonas habilitadas para el parque , que volverá a convertir La Rebollada en un punto clave del automovilismo en Asturias.


Zona del parque de trabajo, en La Peña.